miércoles 16 de mayo
Oración de la mañana
Venid, adoremos a Cristo,
nuestro salvador.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos. Amén. ¡Aleluya!
Himno
Auriga luminoso del espacio,
veloz carro de fuego,
sediento hacia la cita vespertina,
puntual, con el océano.
Extintos en los pliegues de la noche
quedan rojos manteos,
y en el profundo lecho, enamorado,
mortal y fiel encuentro.
¡Cuánta belleza y luz desvanecidas
en infinito piélago;
cuán grávidas promesas y esperanzas
yertas, en el silencio!
Mas dicen mensajeros del oriente
que el que creían muerto
resurge de su oscura y fría tumba
despierto ya del sueño.
Y en los leves destellos de la aurora,
y en el pétalo etéreo,
de la metamorfosis muerte-vida,
revela el gran misterio.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Amén.
Salmo 97
Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo.
El Señor da a conocer su victoria
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel.
Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera,
gritad, vitoread, tocad:
tañed la cítara para el Señor,
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas,
aclamad al Rey y Señor.
Retumbe el mar y cuanto contiene,
la tierra y cuantos la habitan;
aplaudan los ríos, aclamen los montes
al Señor, que llega para regir la tierra.
Regirá el orbe con justicia
y los pueblos con rectitud.
Gloria al Padre…
Palabra de DiosRomanos 6,8-11
Si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él; pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más; la muerte ya no tiene dominio sobre él. Porque su morir fue un morir al pecado de una vez para siempre; y su vivir es un vivir para Dios. Lo mismo vosotros consideraos muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús.
El Señor ha resucitado del sepulcro.
Aleluya, aleluya. El Señor…
Cántico de Zacarías(Texto contraportada B)
El Mesías y su precursor
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
realizando la misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Demos gracias a Dios, que nos da la victoria por nuestro Señor Jesucristo. Aleluya.
Preces
Invoquemos la protección del Espíritu Santo, que intercede por nosotros:
R/MTen piedad de nosotros.
Espíritu de verdad y de sabiduría.MR/
Espíritu de santidad y de justicia.MR/
Espíritu de entendimiento y de consejo.MR/
Espíritu de caridad y de gozo.MR/
Espíritu de paz y de paciencia.MR/
Espíritu de longanimidad y mansedumbre.MR/
Espíritu de benignidad y de bondad.MR/
Amor del Padre y del Hijo.MR/
Amor y vida de las almas santas.MR/
Fuego siempre ardiente.MR/
Intenciones libres
Padre nuestro…
Oración
Dios misericordioso, concede a tu Iglesia, congregada por el Espíritu Santo, entregarse a ti de todo corazón y mantenerse unida con voluntad sincera. Por nuestro Señor Jesucristo.